Tengo dos experiencias de cáncer con el Plasmatrohn.
La primera persona en probarlo fue mi padre.
Mi padre fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2019, no era un cancer muy agresivo y durante 2020 los hospitales no recibían a nadie y él comenzó a tomar CDS todos los días en prevención contra el COVID (10 ml al día.)
Los siguientes estudios salieron bien, el antígeno prostático se estaba normalizando.
En 2021 se vacuna contra el COVID, 2 dosis, le toca consultar con el médico quien le advierte que si no se pone una tercera dosis no tratará su cáncer.
Se pone una tercera dosis en enero.
Le hacen un petscanner en febrero y muestra que el tumor ha crecido mucho.
Le programan una biopsia para mayo.
A principios de marzo compramos el Plasmatrohn y aún sin estar convencido comienza a hacer sesiones una vez por semana.
También realiza el protocolo C20 y protocolo R 1 vez al día
Después de 5 sesiones con Plasmatrohn, se hace la biopsia y… no encontraron nada! ni cáncer, ni inflamación, ni siquiera la cicatriz del tumor.
El médico estupefacto.
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Segunda experiencia, a partir de este éxito con el Plasmatrohn comienzo a crear un grupo de frecuencias para hacerlo accesible a todo aquel que quiera probarlo.
Mi grupo de cáncer cuenta con 8 personas ya.
Christine tiene un cáncer desde hace 2 años y medio, empezó con cáncer de útero que fue extirpado. Después de intestino, pasa por 17 sesiones de quimioterapia, pesa 39 kilos. El cáncer afecta al revestimiento de las cavidades pleural y peritoneal. Ella llega al grupo con su esposo que siempre la acompaña. Empieza a tomar CDS y a hacer enemas, elimina el azúcar y los carbohidratos de su dieta.
Hace 6 sesiones de Plasmatrohn y después le realizan un petscanner, donde ya no encontraron nada. Los marcadores de cáncer descienden por primera vez en 2 años y medio.
En general, todo el grupo tiene mejorías, aunque aún no se han curado por completo.